Si se organizara un concurso para elegir el invento humano más importante de todos los tiempos, yo votaría por un solo ganador: La escritura. Más importante que la rueda. Más útil que dominar el fuego. Más poderoso que la pólvora. Más característico de nuestra especie, que cualquier rasgo físico o intelectual. Marcó un antes y un después, pasando de la prehistoria a la historia. Es uno de los principales factores que nos diferencian de los animales. Gracias a ella podemos conservar el pensamiento humano en todas sus aplicaciones, por tiempo indefinido. Otros medios de comunicación más modernos, como el audio y el video, pueden facilitar la comunicación, pero no pueden desplazar a la escritura de su posición preponderante. Es más, si hablamos de digitalización, la escritura está plenamente adaptada a los multimedios contemporáneos, manteniendo su vigencia como la reina de la comunicación. Ya sea en piedra, en cuero, en papel, o en formato digital, sigue siendo escritura. Y por todo lo anterior, así como el ingeniero mecánico hace uso de la rueda, el chef hace uso del fuego, y el soldado hace uso de la pólvora, cobra eterna vigencia y vital preponderancia un individuo por muchos desdeñado, pero por todos aprovechado, ya sea directa o indirectamente: El Escritor. Por tanto, hemos creado este modesto blog para ayudar a edificar el complejo y sublime mundo de las letras. Escritor que nos visitas: Esta es tu casa y eres la razón de ser de este sitio; bienvenido. Con Ladrillos de Tinta, construyamos el conocimiento para un mundo mejor.